Breazy no produce humo ni vapor, solo aire con un delicioso sabor.
La fisiología demuestra que dejar un mal hábito de golpe es muy difícil para el cerebro. Breazy funciona sustituyendo la fijación de llevar la mano a la boca, calmando la tensión nerviosa mediante el movimiento y distrayéndote de tu mal hábito con un delicioso sabor. El gesto de mano a boca, la inhalación profunda y ese momento de pausa siguen ahí — pero sin nicotina, sin vapor y sin baterías.
Le da a tu cerebro algo familiar a lo que recurrir cuando llegan los antojos, ayudándote a romper el ciclo mental y físico que sostiene el hábito.